13 abr 2014

Tip 35: El timing como tema

Esta vez, el que contaba la historia era un hombre.  Si, había hombres que visitaban la manicuría de Violeta, se hacìan un tratamiento de pedicuría o le pedían que les lime las uñas de las manos.  Era extraño verlos allí, yo tenía la sensación que desentonaban en ese ámbito adornado con esmaltes y pinzas de depilar. Sentía que cortaban la intimidad sencilla que procura la complicidad de género , pero en fin, allí estaba él, un cliente solterón pulcro bastante agraciado de unos 50 años, contando un desencuentro que se le antojaba advenedizo y fatídico.

-Cuando saco el perro a la mañana, antes de ir al trabajo, a veces tengo la suerte de encontrarme con una vecina que lleva del brazo a un mogólico- confió, mientras ponía sus pies en una palangana pequeña y se arremangaba los pantalones.

-Una persona con síndrome de Down, querrás decir- lo corrigió Violeta (lo que me gusta de mi manicura, es que no deja pasar ninguna expresión, aunque sea ingenua y bien intencionada, que sugiera una leve connotación despectiva)

-Si, si, tenés razón -se apuró a describir-:  es un muchacho grandote de cara redonda, ojos achinados y edad indefinida.  No tengo idea si tiene 15 años y es el hijo de esa vecina o si tiene 40 y es tal vez su hermano.  Sea quien fuese, ella lo trata con especial dulzura y cariño.  No existió rey en la historia que reciba una atención tan dedicada.

Violeta y yo sonreímos.  Me gustó la hipérbole que utilizó el cliente, pero no dije nada para no cortar el hilo de la historia.

-Aparecen de repente  -continuó-  y nunca pude descubrir de qué edificio salen.  Caminan despacio, tomados del brazo por mi calle angosta, saludando a los gatos de barrio y elogiando los malvones, hasta llegar a un taxi que espera al mogó...  al muchacho  -se corrigió rápido- puntualmente a las 7.15, todos los días en la esquina de la avenida.   
Me gusta encontrarlos por la mañana:  el día que los veo me siento bien predispuesto y empiezo la jornada feliz, por eso, hacía malabares para sacar el perro justo a las 7.15,  buscando la oportunidad de hablar con la dulce vecina, pero nunca pasamos de un cordial "shalom" o una sonrisa protocolar.
Ayer, me acerqué mucho a ellos y mientras mi perro husmeaba cerca de unos tachos de basura, escuché con sorpresa y desagrado que ella le decía al taxista:  "Mañana lo llevás por última vez. Nos mudamos al Sur, cerca de un Instituto excelente donde podrá desarrollar al máximo sus capacidades..." 

Me quedé paralizado.   Parece que mentalmente, yo me había armado todo un futuro con ella y había imaginado completar mi rompecabezas interno ¡por fin! con esas dos piezas:  la mujer y el sujeto ése con síndrome de Down.  


Entonces... segundos después del shock, registré  que no todo estaba perdido.  Intuí que ella habló demasiado fuerte al taxista  ¿tal vez a propósito? ¿para que yo me diera por enterado?  Mañana -pensé-  (por hoy) a las 7 horas 15 minutos, cuando el taxi buscara al mogólico por última vez (miró a Violeta como disculpándose)  yo abordaría a mi vecina.  Preguntaria su nombre, averiguaría la vida que le había imaginado, le diría que me gusta el Sur de este país mucho mas que el centro, que amo la Aravá y los kibutzim plagados de florcitas rojas y amarillas en primavera ¡Pensé decirle tantas cosas!

El hombre en este punto hizo una pausa y clavó sus ojos en el agua turbia de la palangana, como buscando allí una respuesta. Violeta y yo lo miramos interrogantes, temiendo que por alguna razón, no fuera a continuar.  De golpe, soltó el final casi escupiéndolo.

-Pero mi despertador no sonó.  Misteriosa y burlonamente, por primera vez en años ¡no sonó! 
Me vestí a las apuradas y corrí a la oficina, donde mi retraso causaría una serie de estragos vulgares, irrelevantes comparados con la magnitud de haber perdido la oportunidad... de conectar al posible amor de mi vida.
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A ver, autores... las oportunidades, siempre están relacionadas con un "buen timing" para no dejarlas pasar y poder aprovecharlas.   ¿Quién aporta alguna buena historia relacionada con una magnífica oportunidad... perdida? 

9 abr 2014

Tip 34: Despecho o "Palabras que esconden temazos"

Qué palabrita... ¿no?   Sólo escucharla y el corazón se frunce, la mente imagina una serie de desengaños y la razón se estremece.

"Despecho", es el título del cuento que Vera Luna eligió para leer en el Primer Encuentro de Lectura de trabajos propios, de los Talleres de Escritura Creativa del Instituto Cervantes de Tel Aviv  (fotos)


¡Gracias por haber participado!
El cuento -narrado con cómico patetismo y absoluta pericia- fue favorecido por el VOTO del PUBLICO presente y por eso, tengo el agrado y el placer de publicarlo en este espacio de creación literaria a partir de anécdotas de la vida cotidiana.   ¡Felicitaciones a Vera!

DESPECHO
por Vera Luna
Nos encontramos las dos parejas en las escaleras del restaurante.  El aire se paralizó. Mi mente volaba, corría, se estampaba contra las paredes sin salida... ¿Qué hago ahora? ¿Qué hago?

El apretó a su acompañante contra la cintura y yo, por el contrario, le solté violentamente la mano al mío. Mis sienes latían enloquecidas mientras el corazón galopaba huyendo de mi cuerpo, lejos de aquel momento fatídico donde la casualidad más negra nos puso a los dos frente a frente después de tanto tiempo.

El azar era injusto conmigo. Me puso a mí debajo de la escalera:  nunca es lo mismo mirar hacia arriba. Desde el peldaño superior, él me vería más pequeña y suplicante, como mirando a un santo.

Ellos se iban y para mi empezaba una noche terminada de antemano. Tendría que hablar aunque quisiera callarme.  Tendría que comer, a pesar de mis ganas incontenibles de vomitar.
Ellos se iban... ¿A dónde? Tuve miedo que mis pensamientos tuvieran voz.

Presenté a mi pareja como quien informa de una medicina que no hace ni estragos ni milagros, un paliativo para el aburrimiento. El en cambio, volteó hacia ella, la apretó tan fuerte contra su pecho que sus rostros se rozaron, se miraron un siglo y mientras tanto el mundo se detuvo bajo mis pies... hasta que pronunció su nombre: -Renata- dijo- y no hizo falta nada más. Sin títulos. Con solo evocar su nombre  la desnudó, la besó, se arrancó la camisa, la tomó de la mano y echaron a correr  sin ropas ni vergüenza, exhibiendo su amor recién estrenado.

Ella se dirigió a mí entornando los ojos como si intentara recordar algo que le escapaba de la memoria:   -Ah! ¿Entonces tú eres... Ana?-
Sentí que lo vió todo, hasta mis más intimas miserias. Me sentí transparente y frágil como el cristal, ínfima, muerta de miedo y con unas ganas locas de escapar del juicio que encerraba su sonrisa condescendiente.
No me atreví a parpadear. Mis ojos eran vasos repletos de agua colgados de mis pestañas. Temí que al menor movimiento se desataran las lágrimas sin poder detenerlas. Las sostuve, inmóvil, en un acto de malabarismo.
Dos minutos duró el encuentro. Me dio tiempo de morir y de querer matar...
La escuché murmurarle al oído mientras bajaban  -La verdad es que me la imaginaba de otra manera...-
También, me sobró el tiempo para desear no haber nacido.
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A ver, autores... según el diccionario de la Real Academia Española, "despecho" es el resentimiento causado por haber sufrido un desengaño.  ¡Qué temazo para la literatura!  ¿Quién cuenta otra historia de despecho, donde -emulando el final de Vera Luna- "sobre el tiempo para morir, querer matar y desear no haber nacido"?

8 mar 2014

Cafecito y buenos cuentos

Se viene el evento del año de los Talleres Nivel 2:   Tarde de Lectura y Café en el Instituto Cervantes de Tel Aviv.

¿Cuándo?  El jueves 3 de abril de 2014 a las 18.30 hs.

Bases para participar:

-El Departamento de Cultura del Instituto Cervantes de Tel Aviv invita a todos aquellos escritores que hayan participado en algún Taller Nivel 2 de Escritura Creativa, a elegir "su mejor cuento" y leerlo públicamente en este encuentro.

-El cuento, debe haber sido escrito en base a alguna de las consignas del Taller

-Cada escritor podrá leer un solo cuento.

-El encuentro estará abierto al público en general

-Si bien el evento NO ES competitivo, habrá un "voto del público" y por consiguiente, un presente para el autor del cuento mas votado.

-La inscripción será GRATUITA y por MAIL, enviando el nombre del autor y el cuento elegido a la docente Andrea Bauab, antes del día 20 de marzo.  

-La extensión de los cuentos, no podrá superar las 600 palabras

-A posteriori del encuentro, se realizará una publicación con los cuentos leídos en la Primera Tarde de Lectura de Trabajos Propios en el Instituto Cervantes de Tel Aviv.

-Cualquier duda, consulten por esta vía, haciendo click en comentarios

Hasta entonces, queridos autores!

8 feb 2014

Tip 33: Ideas Universales

Cuando entré a la manicuría, una clienta que ostentaba un cuello ortopédico como si fuera el trofeo de una batalla ganada,  narraba la historia del accidente que atravesó con tanta vehemencia, que ni Violeta ni otras dos mujeres que aguardaban su turno, se percataron de mi llegada.

Los detalles del hecho eran desorbitantes:  una moto la había atropellado y en el impacto, se había quebrado la segunda y la tercera vertebra cervical.

"El hueso -explicó aún azorada- aplastó la médula hasta casi romperla y por eso durante dos horas, no pude mover en absoluto ni las piernas ni los brazos. ¡Como si estuvieran muertos! -enfatizó-.

Tirada en el asfalto, mientras aguardaba conciente la llegada de la ambulancia y decenas de personas se agrupaban a mi alrededor -continuó su relato conmovedor- una mosca se paró en mi rostro.  Hice el gesto autómatico de espantarla  -explicó aún con horror en su mirada- y ahí noté que no podía mover los brazos... ni las piernas.  Miré el cielo y pensé: "me ropí el cuello y mi médula espinal se cortó a la altura de la nuca:  cuadriplegia con incontinencia, eso me depara el futuro.  Y una lágrima se deslizó por mi mejilla".
-¡Imalé!
-¡Oi Vavoi!
-¡Elohim!
La pausa que tomó la clienta para respirar, dio lugar a las exclamaciones angustiosas de las presentes y mías, que aproveché esos instantes para decir en un susurro "shalom", dejar la cartera y acomodarme rápidamente para escuchar el final de la historia.  Violeta utilizó ese respirillo para mover hacia un costado a quien ya le había pintado las uñas, e indicar con un gesto apurado a la siguiente clienta que se ubique en el banquillo frente a ella.  Apenas finalizó la rotación, se generó un silencio expectante y todas las miradas se dirigieron de nuevo hacia la mujer del cuello ortopédico.

Me operó una especie de cirujano-mago-artista, que reconstruyó las vertebras que estaban fracturadas en decenas de pedacitos.  Quitando una enorme astilla que parecía que había atravesado la médula... comprobó con sorpresa y con alegría genuina, un verdadero milagro:  el pedazo de hueso la había aplastado, pero no la había seccionado.  Al quitarlo, con absoluta precisión de relojero... -la voz de la clienta tembló y apretó las comisuras de los labios para no romper a llorar en medio de la manicuría- el nervio elástico tomó de a poco su posición habitual.  Algo o alguien frenó la astilla un milímetro ANTES del daño irreparable.

-¡Baruj Hashem!
-¡Gracias a Dios!
-Qué desgracia con suerte...

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El episodio me persiguió durante varios días.  Quiero entender y no puedo: ¿quién digita esos "casi" que cambian, o no, la vida de las personas?
  
Mi hijo mira la final de fútbol de la copa europea y grita eufórico: "vení a ver mamá, definen por penales y van 3 a 2".  Pienso en el jugador que está por patear la pelota, cargando la mirada de medio planeta en su espalda. Mi hijo anuncia, creando tensión dramática como si no hubiera: "si mete el gol ganan, mamá, todo Europa va a hablar de él".  Patea un bombazo certero.  No, no tanto... ¡travesaño!  Por medio centímetro, la pelota no entró.  El grito de euforia se congela en miles de gargantas.  El jugador que podía salir  de la cancha victorioso como un César, se va vapuleado.  El comentarista deportivo lo define como "cero a la izquierda".  La diferencia entre la gloria y la nada es de medio centímetro.  "Casi". 
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A ver autores... ¿quién hace click en comentarios y cuenta una historia con este temazo de la literatura universal, donde el protagonismo se lo lleve la palabra "casi"?

12 ene 2014

Tip 32: Encontrando Musas

-A veces me pregunto si la vida... me regalará una nueva historia de amor.

La frase resonó fuerte en el ámbito pequeño y prolijo de la manicuría de Violeta, ese jueves a la tarde.  El local, estaba bastante poblado por un grupo de media docena de mujeres de variada edad, que esperaban su turno para empezar acicaladas y un poco mas bellas el fin de semana.

Resonó fuerte y quedó picando.  Se coló en el hueco de varias conversaciones simultáneas que de pronto se silenciaron, como suele suceder a veces en las reuniones donde se conversa en grupitos aislados y de pronto, parece que un director de orquesta oculto calla a todos en el mismo instante y se escucha muy clara, sonoramente, el comentario de alguien que enseguida se sonroja y trata de volver al anonimato del momento anterior.

Violeta, yo y cinco pares adicionales de ojos curiosos, buscamos con la mirada a la autora de ese cuestionamiento tan verdadero y sentido, de ese deseo cubierto con el signo de pregunta de un destino, que cortó como un sable el cotorreo que fluye como un manantial en cualquier centro de belleza femenino.

Y cuando nuestros ojos se toparon con la elegante autora de esas palabras y nuestras comisuras de los labios se estiraban en involuntarios gestos de asombro, la ancianisima señora repitió, con picardía, por si quedaba alguna duda:
-¿Qué?  A  los 87 años de edad... ¿no se puede esperar que la vida nos sorprenda con una nueva historia de amor?

Yo miré a la octogenaria como a un ángel caído del cielo y salí de la manicuría casi volando, sin esperar mi turno.  Hacía días tenía la sensación de que una nueva obra, película o novela se estaba gestando en mi interior y me preguntaba de qué forma comenzaría, qué formato tendría, cual sería la imagen, o el sonido, o la acción, o el retazo de vida que actuaría como disparador de la catarata  inspiradora.  
La frase de la octogenaria había resultado perfecta:  musicalmente, filosóficamente y representaba además una esperanza muy universal, el deseo siempre latente de volver a sentir esos arrebatos, esa risa loca, esa mezcla de sensación todopoderosa que es el amor.  
Subí los tres pisos de escaleras de dos en dos y esa noche pedí comida hecha para todos.  
Abrí la "laptop" como si fuera el cofre de un tesoro y con sumo cuidado, con respeto y yemas temblorosas tecleé el título de mi primer novela:  "La última historia de amor".

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Y ustedes, autores... recuerdan alguna  imagen, persona, pregunta, gesto, suceso, recuerdo, foto, escena, paisaje, animal, vacación, vivienda o comentario... que les haya sido sumamente inspirador?  ¿Quién hace "click" en comentarios y lo comparte?

1 ene 2014

Tip 31: Inspiración

Entré a la manicuría del barrio eufórica y con una botella de sidra dulzona muy especial, hecha con manzanas de la Alta Galilea.

-¡Feliz año 2014 para mi querida manicura Violeta, amiga y vecina, hermana postiza en estas tierras que adoptamos por elección!   Te deseo un año lleno de... ¡inspiración!

El rostro gratamente sorprendido y feliz de Violeta se oscureció de repente y sus cejas se arquearon como preguntándome qué es lo que podría hacer ella con un año plagado de aquella dudosa virtud.

Me expliqué rápidamente:
-La inspiración es ímpetu innovador y un impulso creativo tan grande que, en general,  acarrea el éxito en lo que emprendas.  El  éxito genera mas trabajo.  El trabajo  implica dinero y el dinero... predispone maravillosamente para el amor.

Violeta me miró con desconfianza por unos instantes, en absoluto silencio. Y cuando yo ya estaba por repetir la secuencia de buenos augurios desencadenados, apeló a un tono bien práctico desprovisto de paciencia, para poner punto final al asunto y evitar empezar el año con una discusión.

-Yo te agradezco la sorpresa, la sidra y la amistad.  Pero a mi deseame "salud, dinero y amor" y eso me abarca todo lo que puedo necesitar.
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Y ustedes autores... ¿qué opinan?  ¿No sería genial un año en el que TAMBIÉN fluya naturalmente la inspiración y nos sintamos "tocados por la varita"? 
FELIZ AÑO 2014 y que siempre tengan lindas historias para contar (reales o inventadas)

23 dic 2013

Tip 30: "Ir adivinando historias"

-En esta época del año preferiría estar en Argentina o en cualquier otro país del mundo... no en Israel- confesó Violeta como al pasar mientras daba una pincelada final a mi uña del meñique izquierdo y la observaba como a una obra de Miguel Angel.  Acá las fiestas pasan sin pena ni gloria... -se quejó- ¿no extrañás ver un arbolito de Navidad  en cada comercio o encontrarte a Papa Noel en el shopping?

-¡No!- exclamé. Si hay algo que NO extraño es eso.  La gente comprando desaforadamente, algunos saliendo del súper abarrotados de comida y otros harapientos en las calles, sin conseguir siquiera un pollo para la Nochebuena.

-Vos siempre buscándole el lado oscuro a las cosas.  No hay fiesta mas luminosa y divertida que Navidad ¡Cómo me hubiera gustado armar un arbolito en casa! Cuando era chica odiaba ser judía por esa razón, por quedar al margen de ese festejo increíble y cálido en todos los hogares.

-No en TODOS los hogares.  Quién está solo, está mas solo que nunca en Navidad.  Es una época del año difícil, final, de evaluación, extrema.  Llena de historias para contar.  Eso SI extraño: caminar por las calles y poder casi palpar las historias...  

Violeta me miró con ojos de niña. Su mirada reflejaba como un espejo el sentir de su corazón.  Ese par de ojos verdes que en general albergaban la sabiduría de cien abuelas, ahora eran dos cuencos infantiles llenos de ilusión y expectativa.

-¿Sabés alguna? -me preguntó mientras me ponía en las uñas un lìquido diseñado para secar velozmente el esmalte.
Una clienta que esperaba su turno hojeando una revista, la dejó discretamente:  pude leer en su cuerpo -y en el de Violeta- una absoluta predisposición a la escucha.  Mi mente se convirtió en un catálogo apresurado que sopesaba qué contar, en base al tiempo limitado y al  tipo de interlocutoras presentes.

"Esto sucedió un 31 de diciembre -anuncié finalmente -.  Aquél 31 de diciembre lluvioso y triste que usted recuerda, hace cinco años, el día de su enojo"
Y durante los quince minutos siguientes convertí con habilidad de maga la manicuría de Violeta en el colectivo misterioso que recorre Buenos Aires durante una noche lúgubre de fin de año, en el cuento "El Pasajero" de Manuel Mujica Lainez 

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A ver Autores... quién se anima a hacer "click" en comentarios y crear -para Violeta y para el blog- un breve relato de Año Nuevo que comience igual que aquél:  "Esto sucedió un 31 de diciembre..."

20 dic 2013

Tip 29: En la piel de otro

Semana de frío intenso en Israel.  Estacioné el auto justo frente a la manicuría de Violeta sin intención de entrar, sólo porque la vi tiritando en la puerta, muy abrigada y fumando un cigarrillo en el umbral. Me miró con ojos que invitan a conversar y me saludó efusivamente, algo poco habitual en su modo parco que esconde un corazón de oro.

Entonces -como tantas otras veces- entré a hacerme las manos más por el placer de regalarme esos treinta minutos de cafecito y charla "bien de mujeres" que surgía espontáneamente en el ámbito de la manicuría de Violeta. 

Creo que no hay espacio más femenino en el mundo aquél:  si un hombre pasa allí, escondido, una tarde entera, puede llegar a escuchar desde las preocupaciones mas triviales hasta los secretos más recónditos del alma de una mujer. 

-Sos la primera clienta del día y ya son las cinco de la tarde... -comentó Violeta.  Y luego explicó, con tono de resignación ante lo irremediable:  -Nadie va a la playa, nadie va en ojotas, nadie en sandalias o con falda... todas con pantalones y botas... ¿quién va a depilarse las piernas o hacerse las uñas de los pies?
La conversación pasó de la frecuencia depilatoria a recetas de chocolate caliente para los chicos en esos días de invierno.  Después hablamos de un color de tintura para el pelo muy difícil de conseguir, del curso de tejido que haremos algún día a pesar de esta época de bufandas de oferta y por supuesto, comentamos la nueva historia de amor y el último desengaño que aconteció esa semana en el barrio.

Los treinta minutos pasaron volando y el frío también, amansado por el vertiginoso avatar de la charla tan trivial... pero "fundamental".

Salí de allí con las manos y el corazón mas halagados.  Y -como siempre- no pude evitar relacionar lo sucedido con la literatura.  Me pregunté:

¿Cómo hace un escritor hombre para meterse en el alma de un personaje femenino y hacerlo hablar, sentir, doler, amar, rabiar... como lo hace una mujer?  Cómo escribir sobre ellas sin conocer el desgarro de la primera menstruación, la grieta del pezón al amamantar, o la vital importancia de haber conseguido el vestido adecuado para una fiesta? 
Y viceversa... ¿cómo puede infiltrarse una escritora mujer y desatar el nudo del alma masculina de su personaje? 

Angeles Msstretta e Isabel Allende eligieron escribir -en general- historias de mujeres y pincelaron nuestros mundos mas íntimos con maravillosa habilidad.  Pero el escritor brasileño Jorge Amado... ¡también!  ¿Cómo se adentró y desfloró con tanta certeza el espíritu y el sentir de sus emblemáticas "Doña Flor", "Gabriela clavo y canela" y la entrañable "Teresa Batista, cansada de guerra"?

A ver autores... qué opinan?  ¿Lo han intentado? ¿Cómo se logra? ¿Quién aporta al blog otros ejemplos de la literatura universal o propios?

1 dic 2013

Tip 28: Una escritura auténtica

-Violeta...  ¿qué fue lo peor que te pasó en la vida? -pregunté aprovechando que ese día la manicuría estaba desierta y podríamos conversar a solas.

Mi manicura reflexionó unos instantes antes de responder, haciendo de cuenta que evaluaba con qué color de esmalte me iba a pintar y al final, levantó la vista de mis uñas y habló con su tono de consejera que ya está de vuelta de todo en la vida:

-Yo tengo una estrategia... ¿sabés?  Las situaciones desagradables por las que pasé -que no son pocas- trato de olvidarlas. No ando revolviéndolas y masticándolas una y otra vez como te piden los psicólogos...  Yo las entierro en un cajoncito bien lejano de mi propia historia, lo cierro con candado y trato de no abrirlo mas.  Y me aferro sólo a los momentos felices que viví -que tampoco son pocos-.   A esos los recreo en mi memoria una y otra vez  y así vivo tranquila, casi siempre feliz.
No quiero pensar  "en lo peor que me pasó en la vida" ¿entendés?

Su argumento era casi irrefutable, desde la lógica y el punto de vista de una persona que NO ESCRIBE.

El novelista y guionista turco Orhan Pamuk -premio Nobel de Literatura 2006- nos regala esta increíble reflexión al respecto:

"Ser escritor, significa detenerse en las heridas ocultas que llevamos en nuestro interior, de cuya existencia -como mucho- tenemos una ligera idea, descubrirlas y conocerlas pacientemente, sacarlas bien a la luz y convertir esas heridas y sufrimientos en una parte de nuestra escritura y nuestra personalidad que abrazamos concientemente.   

Escribir, es hablar de cosas que todo el mundo sabe, pero que no sabe que sabe.  Explorar este conocimiento, desarrollarlo y compartirlo, le proporciona al lector el placer de viajar maravillado por un mundo que conoce bien.  

Además ese autor, que trata de desarrollar sus aptitudes y crear un mundo encerrado en una habitación durante años, está demostrando -lo sepa o no- una profunda confianza en el ser humano, cuando parte de sus propias heridas ocultas.  Yo siempre he tenido esa confianza que te hace sentir que todos los seres humanos se parecen, que los demás tienen heridas parecidas y que por eso te comprenderán.  Toda la verdadera literatura se basa en esa confianza infantil y optimista de que la gente se parece".

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Me incorporé a desgano del cómodo entorno que Violeta recreó con buen gusto y delicados toques de femineidad:  pétalos de rosa diseminados entre los esmaltes, sahumerio, música de fondo.  Y antes de atravesar el umbral del local rumbo a mi casa vecina, repliqué:

-Yo no esquivo nada de lo malo que me pasó, al contrario, lo aprovecho.  No puedo cambiarlo, me dolió como espinas en su momento. Y ahora que el tiempo pasó, vuelvo a ese hecho, me asiento en él, lo revivo, lo recorto, lo adorno y al final... lo transformo en un cuento.

30 nov 2013

Tip 27: "Una luz en la oscuridad"

En la manicuría de Violeta la conversación del improvisado grupo de mujeres que aguardaba su turno o esperaban que se seque el esmalte, giraba en torno a recetas de sufganiot, la emblemática factura aceitosa parecida a una "bola de fraile" que es tradición comer cuando se celebra el milagro de Jánuca en Israel.

La situación era paradójica:  clientas abuelas de sesenta largos optaban por comprar las sufganiot ya listas en la panadería.  Y un par de madres jóvenes, con jornadas laborales de ocho horas y tres o cuatro críos en su haber (no sé como encontraban tiempo para hacerse las manos)  planeaban el cometido de amasar con los niños la mezcla de harina, huevos y azúcar con toques de milagro, sin temer el consabido enchastre en la cocina.

La discusión pasó de... "¿cuál receta es mas fácil y rica?" a "¿donde conviene comprarlas ya listas?  Todas hablaban al unísono y las opiniones triplicaban el número de mujeres presentes.

De pronto, Violeta elevó su mirada de las manos que acicalaba y con su voz femenina y ronca, comentó como al pasar, con autoridad y cadencia de cuento de hadas:

-Januca me recuerda el momento mas oscuro y negro de mi vida.  Hubo un instante exacto
-lo recuerdo- en el que divisé una luz diminuta, como una vela, como una promesa, como una sonrisa.  Y me volvió  la confianza.  

En el local se impuso un silencio inmediato y absoluto.   Todos los pares de ojos se volvieron hacia ella.  Y volví a pensar -no sin un dejo de envidia- que esa manicura de barrio que no había leído mas de una decena de libros en su vida, llegó a este mundo con el don de narrar creando expectativa y generando intriga... como la mismísima Sheherezada.

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A ver autores...  hoy la historia la cuentan ustedes.
Desafío Literario 4  "Una luz en la oscuridad"
Se animan a hacer "click" en comentarios y contar la historia  que tan hábilmente anunció Violeta?

¿Quién regala al blog el cuento de  "un momento negro en la vida de un personaje y el instante mismo en que divisa una luz de esperanza a lo lejos"?