11 oct 2014

Tip 45: El Arte inspira al Arte

Silencio.
La manicuría estaba desierta y Violeta sin ganas de conversar.  Intenté sacar conversación en tres ocasiones, pero me contestó con un monosílabo.  Entonces recorrí con la vista el armonioso y pequeño local, como tantas veces lo había hecho y me quedé enfrascada en mis pensamientos, con la vista fija en la pared de enfrente, pintada de una rosa pálido y tenue.

Minutos después, se me ocurrió la idea.  Llegó como una ráfaga, como un ciclón que me impulsó a moverme en el asiento con brusquedad, dando un respingo.  Violeta me miró por sobre los anteojos inquieta y molesta porque la uña que estaba pintando, quedó hecha un estropajo.

-Tengo una idea para esta pared que queda justo frente a la mirada de las clientas que atendés... y que se ven obligadas a mirarla fijo durante 30 minutos o más cada vez que vienen.

-Ni lo intentes -se atajó Violeta-.  Me costó mucho "pegarla" con el color, la pintaron tres veces. Primero quedó un rosa fuerte, casi fucsia, muy ordinario.  La segunda vez era clarito pero muy lila. Solo en el tercer intento, los pintores lograron el color que yo elegí en la paleta.  Es un tono tranquilizador -me miró amenazante-.  No lo cambio por nada ni por nadie en el mundo.

-Si, pero le falta algo... Una clienta no puede estar mirando durante 30 minutos "un tono tranquilizador".  Si no le hablás, si no tiene  algo para leer y si ya jugó con el teléfono ¿que tiene de malo mostrarle en tu espacio, en este ámbito que además de una manicuría es un nido de relax, algo más... inspirador?

-¿Inspirador? -Violeta sintió curiosidad pero no pudo evitar la sospecha que le producían a veces mis ocurrencias- ¿Qué, por ejemplo?  ¿Un cuadro?  ¿Un plasma para que miren películas?- sugirió.

-¡Nada que ver! -rechacé-.  Me refiero a algo verdaderamente original, que va a convertir tu manicuría en un lugar del que la gente hable, cuente, se asombre... es una idea genial, incluso te va a traer mas clientas y posiblemente una nota en el diario.

-¿Por una pared?  ¿De qué hablás?

-Te voy a traer unos marcadores gruesos que tengo, tipo para escribir "graffittis" y vos le pedís a cada clienta que -antes de irse, cuando el esmalte de uñas obviamente se le secó- que escriba en esta pared una frase que la conmueva.  Puede ser de un filósofo, o un aforismo, o un verso de un poema, o la frase memorable de una película,  Así, cada clienta dejará una huella en tu negocio, una señal que puede indicar o mover algo en otra persona.    

Violeta me miró dubitativa pero con interés. Aproveché para arremeter y convencerla.

-Imaginate si en lugar de estar media hora mirando una pared en blanco, una clienta "se enriquece" leyendo frases de los grandes de la historia, una reflexión de Aristóteles, un verso de Neruda o... -busqué un buen ejemplo- la universal réplica de Bogart en Casablanca...

-"Siempre nos quedará París"  -completó Violeta asintiendo con un muy leve subir y bajar de cabeza y mirando por primera vez la pared con otros ojos-.

Las dos sonreímos.

-¿Y no quedará un mamarracho? -titubeó-.

-Te aseguro que no: una pared puede ser mucho más que eso, Violeta.  Puede ser un muro inspirador, un motor o un impulso que te conduzca a ver una película o a conocer un autor.
Y -de última- si no te gusta... ¡harás que la pinten por cuarta vez!

Esta vez, Violeta no me escrutó con escepticismo y desdén, sino que me miró encantada.  
Esta vez, "compró" una de mis ideas locas con entusiasmo infantil y no quiso perder ni un segundo.

-La primera frase la escribís vos, ahora mismo, en cuanto se te seque el esmalte...  ¿que vas a poner?

-Tengo varias, dejame pensar.  La mayoría son de películas o canciones conocidas.  Hay una de Lincoln, que me gusta mucho y la tuve durante años pegada en un rincón de la mesita de luz:  "Casi todas las personas son tan felices como deciden serlo".  O la misteriosa frase que inspiró una novela de José Saramago... "Siempre acabamos llegando a donde nos esperan".  
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Las ideas en general, llegan de repente y nos quitan en cierto modo la paz, nos inquietan,  nos empujan a emprender algo o en nuestro caso particular, a sentarnos frente al ordenador y poner en palabras ese revuelo alocado que de pronto, nos empezó a quemar por dentro.

El arte es inspirador y a veces una idea para escribir, proviene justamente de otro ámbito artístico, de un cuadro, de una ópera, de una película que vimos o de un pensador que leímos y nos dejó "picando" un montón de cuestionamientos ¿Cuántas veces abrimos un libro y este comienza con una cita o frase  de otro autor"? 

A ver autores... ¿Quién aporta al blog una frase "inspiradora", que ilumine no solo la pared de la manicuría de Violeta, sino -tal vez- despierte también la musa de otros lectores-escritores?