17 abr 2014

Tip 36: Climas

Mientras Violeta me pintaba las uñas de un dudoso color que -según ella- era el último grito de la moda primaveral, comentó con incredulidad:

-A partir de ahora y durante SEIS  MESES, no va a caer una sola gota de lluvia.

-Este es un país con alma y ritmo de desierto... -completé,  satisfecha por la metáfora que encontré para definir el fenómeno del clima en Israel.   En cambio,  el espíritu absolutamente literal de Violeta, gruñó:
-¿Qué querés decir con eso?

-Que la mitad de las personas acá, por ejemplo, ni siquiera se molesta en salir a la calle cuando llueve... 

-¡Es  cierto!  -coincidió mi manicura-.  Y agregó, con verdadero desconcierto  rioplatense:  -Hace cosa de un mes, por una lluviecita mínima que apareció sin mucho aviso,  cinco clientas me cancelaron el turno, de siete que fijé...  ¡Y sólo cayeron cuatro gotas!   ¿Que harían si las sorprende una tormenta cada dos por tres, como en Buenos Aires?  

-Ni lo menciones, Violeta...  ¡Cómo extraño las noches de tormenta!

Mi  afirmación quedó flotando en el aire.  Violeta sonrió, se mordió el labio inferior, asintió con complicidad y su mirada quedó suspendida en el horizonte de noches memorables iluminadas por rayos y centellas,  al arrullo de truenos lejanos.
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La lluvia, es un tema sumamente inspirador tanto en literatura como en el cine.   ¿Cuántas películas de suspenso, cuentos y escenas inolvidables, transcurren bajo una llovizna pertinaz o un diluvio de noche de terror?  Recuerdo -entre otros-  el comienzo del cuento  "El pasajero"  de Manuel Mujica Láinez: "Esto sucedió un 31 de diciembre, aquél 31 de diciembre lluvioso y triste que usted recuerda, hace cinco años, el día de su enojo"

A ver autores... ¿quien se "despide" de la lluvia -esa bendición para Israel- hasta el mes de octubre, relatando un cuento muy breve, o un recuerdo o un poema o una reflexión, que la tenga como protagonista? 

7 comentarios:

  1. Sequía

    No llovía ya dos meses; los frutales no darán fruto, los sembrados no brindarán el forraje para el ganado.

    No llueve a pesar de los rezos de los religiosos, ni de intentos físicos en las nubes para que derramen su contenido.

    Soy agnóstico, pero necesitaba de esas gotas para sobrevivir, evitar un desastre de la economía familiar.

    Salí a los terrenos, pisando la tierra resquebrajada; me abordó una sensación que nada ya me salvará…

    Entonces, miré al cielo y grité –"Marco un círculo alrededor mío; no saldré de él hasta que la lluvia lo borre"–.

    Pasaron las horas, yo enclavado en medio de aqué círculo, nadie escuchó mi reclamo. No desistí y al atardecer cayeron las primeras gotas.

    No creí que era real. Poco a poco la lluvia era absorbida por la sedienta tierra, pero el círculo seguía allí marcado.

    Elevé la mirada al cielo, aun claro, elevé los brazos y pregunté con calma –¿Esto es todo? ¿Cuándo se notará tu benevolencia?–.

    Llovió.



    Zeev - 166

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  2. Lluvia
    Era una noche torrencial,llena de rayos,truenos y relámpagos.Yo tenia que ver a mi amor,que vivía frente al mar,pero era imposible,el viento me lo impedía,estaba a cien metros de ella,pero no…,veía el edificio ,casi el departamento,me parecía que estaba iluminado,pero no… ,no podía llegar.la fuerza del mar,era mucho mas fuerte que yo.Trataba de caminar contra el viento,pero era imposible,luchaba contra el,pero me vencia… todo era en vano.
    ,Como iba a ser? Pasar esa noche solo sin ella,era impensable.Para que vine especialmente desde Bs As,sino para estar con ella?deje todos mis afectos,y me tire a la marchanta para empezar una relación seria,sin saber en que terminaría!
    No había un solo teléfono publico,celular en esa época no existía.la lluvia,cada vez mas empecinada, no me permitia ver nada,ni nadie.pense si pasaba un taxi,me lo tomaria con placer,aunque sea por menos de cien metros,pero el destino era cruel,no quería que viese a mi amada,por lo menos, No esa noche.
    Empapado llegue a mi departamento,que alquilaba en los meses de invierno.estaba helado,la calefacción no funcionaba,y las líneas de teléfono tampoco,no había forma,algo mas fuerte que yo estaba emperrado que no pueda comunicarme con mi amor,estábamos solo unos cientos de metros uno del otro,pero el amor a distancia no entendía de metereologia.Secandome el pelo pensaba si había una forma de hacer algo,lo único que yo quería era sentir su cuerpo,su calor,,una vez mas. Era hora que mirase a sus ojos , sus hermosos ojos ,que cuando me detenia a verlos era como mirar el mar,pero mas sereno,mas amable, mas tierno.
    De repente escucho el teléfono.comenzo a funcionar,levanto el tubo.Era ella…!
    (a luckie.)

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  3. Recuerdos
    El ruido era ensordecedor, las gotas, gordas, frescas y sonoras no paraban de caer sobre mi pequeño techo de zinc, !!! no, el gato ya se había escondido asustado y escapando del chubasco.
    Recordé, que hace muchos años en la casita de San Vicente, sobre la ruta de tierra que lleva a Ranchos, cada vez que llovía era así, con mucho ruido, pero allá tenia olor, olor a campo húmedo, todo brillaba, las plantas, los frutales que mi viejo plantara con tanto esmero , los jazmines, los geranios, la magnolia, solo recordar su perfume me produce paz y bienestar.
    Extraño esa lluvia, con olor, con mate dulce y bizcochitos boca de dama. Algo tan común, obvio y natural se transforma en imprescindible compañero de viaje, ante los recuerdos de años ya pasados.
    Aquí, comienza el verano, tendremos que esperar algunos meses, pero esa lluvia, esa, estará siempre que yo quiera, acompañando mi camino.

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  4. Que lindo!!!! se siente el olor a lluvia!

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  5. Siii, muy lindos los tres relatos! Sobre todo, los tres finales.

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  6. Miró el sol

    Mario, como todos los Marios, es un tipo común, ni gordo ni flaco, casi siempre con un par de vaqueros. En verano, camiseta y sandalias. En invierno, remera de manga larga, zapatillas y una campera.
    Tiene una cara simple, se parece a mucha gente pero a nadie en especial. Después del trabajo siempre va al bar a tomar algo con sus amigos.
    Termino apenas la secundaria y trabaja como empleado público.Es un tipo simple que le gusta el fútbol y estar en casa con la familia.
    Pero hay algo que lo diferencia de todos.
    Mario tiene una nubecita, sale a la calle y aunque haya un sol radiante, ella esta ahí. Le llueve permanentemente. ¡solo a el!
    Cuando entra a algún lugar, ella se queda afuera hasta que sale..
    En primavera y el verano tiene sus ventajas. ¡Pero en invierno, siempre esta resfriado!
    El mejor regalo para Mario es un paraguas.
    Fue después de una gran tormenta, el cielo se puso azul pero ella se quedo con el.
    Hizo de todo, inclusive fue al servicio metereológico, pero no supieron que decirle.
    Algunos agricultores le quisieron contratar para que riegue sus sembrados. Mario probó pero lo cansaba mucho.
    Fue al psicólogo. El tipo le recetó un impermeable.
    Al final tuvo que pasar a la clandestinidad porque la CIA lo quería raptar para que los científicos de los EEUU puedan estudiarlo.
    Estuvo escondido en la granja de su tío durante dos años.
    Al final los americanos se cansaron, dejaron de buscarlo y volvió a casa.
    Un día salió y la nube ya no estaba. Sorprendido vio salir a Jorge el vecino. Estaba todo empapado.
    Mario tiró su paraguas en el tacho de basura, miró el sol y fue a tomarse una copita con los amigos.

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  7. Cayó similar a un velo transparente...
    Desplegando su manto plomizo
    se convirtió en gota , en río, en torrente,
    arrastrándolo todo con su mirada gris.
    Caminó hacia el horizonte soñoliento,
    llevando dentro de ella alguna nube secreta.
    Se recostó en la montaña cuando una fuerte claridad invadió el cielo.
    Era él, dándole calor a su cuerpo dormido...
    secando las lágrimas que dejó.

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