8 feb 2014

Tip 33: Ideas Universales

Cuando entré a la manicuría, una clienta que ostentaba un cuello ortopédico como si fuera el trofeo de una batalla ganada,  narraba la historia del accidente que atravesó con tanta vehemencia, que ni Violeta ni otras dos mujeres que aguardaban su turno, se percataron de mi llegada.

Los detalles del hecho eran desorbitantes:  una moto la había atropellado y en el impacto, se había quebrado la segunda y la tercera vertebra cervical.

"El hueso -explicó aún azorada- aplastó la médula hasta casi romperla y por eso durante dos horas, no pude mover en absoluto ni las piernas ni los brazos. ¡Como si estuvieran muertos! -enfatizó-.

Tirada en el asfalto, mientras aguardaba conciente la llegada de la ambulancia y decenas de personas se agrupaban a mi alrededor -continuó su relato conmovedor- una mosca se paró en mi rostro.  Hice el gesto autómatico de espantarla  -explicó aún con horror en su mirada- y ahí noté que no podía mover los brazos... ni las piernas.  Miré el cielo y pensé: "me ropí el cuello y mi médula espinal se cortó a la altura de la nuca:  cuadriplegia con incontinencia, eso me depara el futuro.  Y una lágrima se deslizó por mi mejilla".
-¡Imalé!
-¡Oi Vavoi!
-¡Elohim!
La pausa que tomó la clienta para respirar, dio lugar a las exclamaciones angustiosas de las presentes y mías, que aproveché esos instantes para decir en un susurro "shalom", dejar la cartera y acomodarme rápidamente para escuchar el final de la historia.  Violeta utilizó ese respirillo para mover hacia un costado a quien ya le había pintado las uñas, e indicar con un gesto apurado a la siguiente clienta que se ubique en el banquillo frente a ella.  Apenas finalizó la rotación, se generó un silencio expectante y todas las miradas se dirigieron de nuevo hacia la mujer del cuello ortopédico.

Me operó una especie de cirujano-mago-artista, que reconstruyó las vertebras que estaban fracturadas en decenas de pedacitos.  Quitando una enorme astilla que parecía que había atravesado la médula... comprobó con sorpresa y con alegría genuina, un verdadero milagro:  el pedazo de hueso la había aplastado, pero no la había seccionado.  Al quitarlo, con absoluta precisión de relojero... -la voz de la clienta tembló y apretó las comisuras de los labios para no romper a llorar en medio de la manicuría- el nervio elástico tomó de a poco su posición habitual.  Algo o alguien frenó la astilla un milímetro ANTES del daño irreparable.

-¡Baruj Hashem!
-¡Gracias a Dios!
-Qué desgracia con suerte...

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El episodio me persiguió durante varios días.  Quiero entender y no puedo: ¿quién digita esos "casi" que cambian, o no, la vida de las personas?
  
Mi hijo mira la final de fútbol de la copa europea y grita eufórico: "vení a ver mamá, definen por penales y van 3 a 2".  Pienso en el jugador que está por patear la pelota, cargando la mirada de medio planeta en su espalda. Mi hijo anuncia, creando tensión dramática como si no hubiera: "si mete el gol ganan, mamá, todo Europa va a hablar de él".  Patea un bombazo certero.  No, no tanto... ¡travesaño!  Por medio centímetro, la pelota no entró.  El grito de euforia se congela en miles de gargantas.  El jugador que podía salir  de la cancha victorioso como un César, se va vapuleado.  El comentarista deportivo lo define como "cero a la izquierda".  La diferencia entre la gloria y la nada es de medio centímetro.  "Casi". 
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A ver autores... ¿quién hace click en comentarios y cuenta una historia con este temazo de la literatura universal, donde el protagonismo se lo lleve la palabra "casi"?

9 comentarios:

  1. Vendaval


    Hace mucho tiempo que bullía en mi cabeza un cuento; los personajes no me dejaban dormir tranquilo, me acuciaban a que los escriba; el lugar es lo único que no lo tenía claro, y eso me desesperaba.

    El editor, me apuraba que decida entregarle el borrador, ya tenía contratado un lector, pero yo me negaba. Solamente se lo entregaré cuando lo haya elaborado bien

    Y llegó el día en que ubiqué dónde se desarrollará la trama. El sitio será el que estoy pasando ahora mis vacaciones, en la cima de una alta montaña. Me tomó las dos semanas de mi estadía, llené cuarenta hojas escritas a mano; las repasé tres veces, corregí lo necesario, agregué ciertas frases. Me sentí satisfecho, será un éxito me dije; concerté una cita con la edición para entregarlo.

    Salí al balcon a tomar aire y relajarme. El viento que entró a la pieza se llevó las hojas y las esparció en el bosque en la ladera de la montaña.




    Zeev - 161

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Cuando leí el blog, comencé a teclear algo...
    Ahí paré...
    ¿Porque tengo que ser el primero?
    Elimine el comentario...
    Entonces Zeev escribió...
    Nuevamente comencé a teclear algo...
    Otra vez paré...
    ¿Porque solo nosotros...?
    Vos estas leyendo...
    ¿No te da un poco de verguenza?
    Pensé...
    ¿Escribo...?
    Casi...sigo..

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  4. Zeev
    Tenes que ver las unias de Andrea!!! completamente arruinadas !!!!

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  5. Queridos Dany y Zeev! Hoy mismo (miércoles a la noche) se agilizará el blog y presentará una propuesta mas cotidiana. Ya lo verán!

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  6. Andreucha...trata de dormir un poco...que es eso de escribir casi a las dos de la madrugada!?....las unias pueden esperar, es solo pasar un poco de quita esmalte!!!!

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  7. Es cierto!!!Daniel y Zeev son los unicos que escriben casi...porque sera?tal vez nadie se anima,escribir no es facil,para escribir se nececitan condiciones especiales,que algunas de ellas tienen que ver con el talento,y como todos sabemos esas cosas no se aprenden sino que se nacen con ellas.
    yo estoy tratando,animando,de a poco,sin que nadie me corra,pero ,bueno, no todos somos tan buenos...un abrazo para todos!!!!

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  8. Me dejaron casi sin palabras...
    Pero ellas regresan irremediablemente, arrugadas dentro de la estrechez de lo que es el trajín cotidiano , esperando acurrucadas en un rincón de la mente a que mi conciencia abra la compuerta secreta y las libere a todas...Entonces acuden presurosas dándose codazos las unas a las otras para ser las primeras, las elegidas, las que permanezcan. Los días pasan y logramos controlar el bullicio ahí adentro , pero como el hambre...basta con la visión de algo rico para sentirla apoderarse de nosotros, de la misma manera al abrir este blog y leerlos a ustedes desencadena todas las ganas o la necesidad contenidas en aquellas palabras que ¨casi´´ me quede sin escribir...
    Un beso a todos.
    Vera Luna

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